Tras varias semanas en parrilla, se publicó en Fortuna mi nota sobre los blogs de economistas que puede verse aquí. Esto es una invitación a debatir sobre por qué, la mayoría de estos especialistas, se niegan a poner su nombre y apellido para decir lo que realmente piensan.
Olivera ya anticipó su opinión y tiene varias rerspuestas : "La primera es la búsqueda de libertad de expresión pero no en el sentido amplio de "luchamos contra el autoritarismo..." sino, mucho menos heroico, con el objetivo de saltar los límites que la pertenencia institucional o laboral impone. Por imposición o por respeto al empleador, hay cosas que uno piensa/cree y no puede decir. El límite de la autocensura en la vida profesional es, para mi, no decir aquello que no pienso y, a la vez, no decir todo lo que pienso. El blog remedia parcialmente esta última limitación".
lunes, enero 22, 2007
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